La última clase que Augusto Medina enseñó a sus alumnos de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP) trató sobre los derechos humanos. Luego él y más de 20 colegas de docencia fueron despedidos por formar un sindicato en la casa de estudios que pertenece al grupo Intercorp, conglomerado del hombre más rico del Perú, Carlos Rodríguez Pastor.
Los profesores de la UTP crearon el Sindicato Único de Profesores de la Universidad Tecnológica del Perú (SINPRUTP) a mediados del 2023 debido a que laboraban con malos salarios y un horario extenuante de lunes a domingo sin descanso.
No solo eso, los docentes de esta casa de estudios tenían que dictar clases con aulas sin internet, con computadoras antiguas y que en ocasiones dejaban de funcionar. Los docentes también tenían que afrontar una salud mental desgastada debido a la mala infraestructura académica.
Los docentes narran que el capitalismo cognitivo es un punto importante en medio de esta precariedad laboral ya que el conocimiento de ellos era explotado al máximo, no para beneficio del alumnado ni para su crecimiento profesional, sino para enriquecer más a la empresa que factura con la educación en el Perú.
Cuando Augusto y sus colegas comunicaron la conformación del sindicato a la UTP, esta decidió despedirlos. En ese instante, los profesores decidieron recurrir a las autoridades del trabajo como la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) y el Ministerio de Trabajo, y también a instancias internacionales como el comité de libertad sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Después de más de dos años, dichas autoridades le han dado la razón a los trabajadores de la UTP. La Sunafil ha multado a la UTP con casi un millón de soles (S/ 858,082.50) por incurrir en actos antisindicales.
A pesar de estas prácticas y abusos laborales, hay intentos por lavarle la cara a la UTP. Este año, Grace Place To Work eligió a la UTP de Intercorp como uno de los mejores lugares para trabajar en el Perú.
Según la Planilla Electrónica del MTPE, en Perú la tasa de afiliación sindical es muy baja ya que tiene un 9% en el sector formal, 5% en el ámbito privado y 18% en el público. En comparación a otros países de América Latina, Perú está muy atrás de países como Bolivia, Argentina, Chile, Uruguay y Brasil.
Texto: Jair Sarmiento Aquino
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